Español English French Kwéyol

Día Mundial de la Libertad de Prensa, 3 de Mayo 2009

La libertad de prensa y la responsabilidad caminan de la mano, según la WACC

Declaración de la Asociación Mundial para la Comunicació Christiana (WACC)

Documento transmitido a AlterPresse el 3 de mayo de 2009

El potencial de los medios de comunicación en la promoción del diálogo, el mutuo entendimiento y la reconciliación es el tema de las Naciones Unidas en el Día Mundial de la Libertad de Prensa 2009.

La WACC reconoce – junto a muchos otros – que la libertad de prensa subyace en la democracia y realza la libertad de expresión. La capacidad del ‘cuarto poder’ para hacer que gobiernos e instituciones públicas mantengan sus responsabilidades, para informar y alertar a la población mundial es indispensable. Y nunca ha sido tan indispensable como en la época de comunicación digital 24 horas, 7 días a la semana.

La libertad de prensa es esencial para los medios, para fortalecer el diálogo, desafiar las violaciones de los derechos humanos y de la legalidad, y para exponer la corrupción. La libertad de prensa es una cuestión de vida o muerte. En lo que va del 2009, Reporteros Sin Fronteras ha registrado la muerte de 18 periodistas y el encarcelamiento de otros 143 además de 66 cyberdisidentes. Recientemente Artículo 19 destacó la lucha de las mujeres periodistas en Yemen, donde son objeto de censura y de ataques calumniantes ‘simplemente porque son mujeres’. Las y los periodistas, en cualquier lugar, deben poder practicar su profesión sin temores y sin censuras. El resurgimiento de la censura oficial en Fiji es una preocupación especial en este Día Mundial de la Libertad de Prensa.

El buen gobierno y la participación democrática informada dependen de la prensa libre. También dependen de medios plurales y diversos que busquen altos estándares profesionales y normas éticas de precisión e inclusividad, y que no dependan de intereses especiales, ya sean políticos o privados. Sólo la observancia de altos estándares profesionales permite a los medios sostener o aumentar su credibilidad ante el público. Un público que tiene acceso a una prensa altamente profesional y con valores éticos es un público que valorará la libertad de prensa.

De esta manera, la responsabilidad y la transparencia de los medios, junto con la libertad de prensa yacen en el corazón de la democracia. Con esto en mente, los observatorios de la sociedad civil han comenzado a monitorear el contenido de los medios y a criticar la posesión y el control de los medios. Movimientos de reforma en los medios en Europa, América Latina y Norteamérica, subrayan la necesidad y el deseo de medios inclusivos, diversos, vibrantes y libres de intereses especiales, políticos o comerciales.

Cuando los medios masivos son libres, independientes, responsables y transparentes, ellos pueden contribuir significativamente a la vida y la libertad de los pueblos a los cuales sirven. Una prensa libre que sea voz de los grupos minoritarios y marginalizados, promueve el diálogo y el mutuo entendimiento de los diversos grupos en la sociedad.
La libertad de prensa, en combinación con el profesionalismo y la responsabilidad de los medios de comunicación, habilita espacios en los cuales es posible informar y ser informados, debatir la construcción de políticas públicas y el modo en que se desarrollan las instituciones públicas y privadas más poderosas. De manera conjunta, facilitan la existencia de puntos de vista alternativos y – en última instancia – cuentan la verdad en asuntos de interés público.

La WACC sostiene el derecho a la comunicación en una sociedad plural. Cree que la libertad de prensa combinada con el profesionalismo, la responsabilidad y la transparencia son vitales para abrir el diálogo y el debate en un mundo de diversidad. Quienes practican la comunicación y la sociedad civil pueden trabajar conjuntamente para lograrlo.

Toronto, 01-05-09

The Rev. Randy Naylor

Secretario General, WACC

…………….

La WACC promueve la comunicación para el cambio social. La WACC sostiene que la comunicación es un derecho humano básico que define la humanidad común de la gente, fortalece las culturas, facilita la participación, crea comunidad y cuestiona la tiranía y la opresión.