Español English French Kwéyol

¿Para qué la cooperación de la Comunidad internacional con Haití?

Por Wooldy Edson Louidor y Angélica Rocío López Granada

Puerto Principe, 23 marzo 09 [AlterPresse] --- Un conjunto de personalidades extranjeras, países y organismos han venido manifestando asiduamente su solidaridad con Haití. Durante este mes de marzo, las acciones de movilización destinadas a llevar a la Comunidad internacional a concretizar las ayudas prometidas en distintas ocasiones a la nación caribeña se han intensificado.

Sin embargo, la actual administración haitiana dirigida por el presidente René Garcia Préval y la primera ministra Michèle Duvivier Pierre Louis se muestra cada vez más preocupada por la decisión tomada recientemente por los partenarios de la Comunidad internacional de reducir en más del 40% su financiamiento al presupuesto global del gobierno, justo cuando más éste necesita dicha ayuda (que representaba anteriormente el 60% de dicho presupuesto) para aplicar sus políticas públicas.

Mientras tanto, el pueblo haitiano expresa cada vez más su inconformidad con el actual gobierno por no haber sido capaz hasta el momento de mejorar sus condiciones de vida. Se teme que el país enfrente nuevas crisis a nivel humanitario, político y social.

Solidaridad internacional con Haití

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, y el ex presidente estadounidense, Bill Clinton, realizaron el 9 y el 10 de marzo de 2009 una visita de menos de 24 horas a Haití para manifestar su solidaridad con el país.

En el marco de dicha visita, estas dos personalidades influyentes trajeron mensajes de esperanza al pueblo haitiano. “Haití está ahora en posición para despegar económica y socialmente”, afirmaba el ex mandatario demócrata, mientras que el número uno de la ONU aseguraba que, en la conferencia de los donantes de Haití a celebrarse en Washington los próximos 13 y 14 de abril de este año, se debe de “ir más allá de las ayudas de urgencia para invertir en el crecimiento económico”.

Otra visita de solidaridad importante que recibió Haití fue la de una misión del Consejo de seguridad de la ONU compuesta por 15 delegados y dirigida por el costarricense Jorge Urbina. Al cabo de los 4 días que duró esta visita (del 11 al 15 de marzo), el jefe de dicha misión insistió sobre la necesidad de establecer “un partenariado fortalecido entre el gobierno haitiano y la Comunidad internacional”.

Hay que recordar también que, a mitad de febrero del presente año, la gobernadora de Canadá de ascendencia haitiana, Michaëlle Jean, y el primer presidente negro de Estados Unidos de América, Barack Obama, abordaron en una reunión en Ottawa la situación de Haití, de acuerdo con las informaciones comunicadas por la portavoz de la gobernadora Martha Blouin a una estación de radio en Puerto Príncipe. Haití constituye un tema de interés para la dirigente canadiense, según la misma portavoz.

Los parlamentarios cuestionan la gestión del gobierno

En el escenario político nacional, los parlamentarios denuncian con insistencia la incapacidad del actual gobierno para atacar los problemas socioeconómicos que enfrenta la población. Además, se quejan de la supuesta mala gestión de dicho gobierno, al cual convocaron el pasado 17 de marzo para rendir cuentas sobre la utilización de los 197 millones de dólares americanos sacados de los fondos de Petrocaribe a través de una ley de urgencia votada por el Parlamento en septiembre del año pasado.

Los diputados convocantes expresaron su insatisfacción acerca de cómo el gobierno manejó este monto de dinero que debía servir para reconstruir algunas infraestructuras y socorrer a las víctimas de los 4 huracanes que golpearon duramente el país entre agosto y septiembre de 2008 (Fay, Gustave, Hanna, Ilke). Según algunos diputados, tales fondos no han generado ningún resultado concreto en las respectivas regiones que representan, a pesar de las explicaciones esgrimidas por la primera ministra y algunos miembros de su gabinete ante la Cámara baja del Parlamento.

Esta situación de tensión con los parlamentarios ha molestado a tal punto a la primera ministra que llegó a amenazar con renunciar a su puesto.

Inconformidad del pueblo con el actual gobierno

Por otro lado, en varios lugares del país hay familias enteras que siguen aún padeciendo de las consecuencias de los huracanes que las enlutaron el año pasado. Cada vez que llueve, ciertos barrios y aún ciudades se inundan, y las familias que residen allí se encuentran cada vez más vulnerables y expuestas.

La temporada de huracanes se aproxima, y aún el gobierno no ha tomado medidas contundentes para prevenir o reducir las eventuales catástrofes. Tanto los parlamentarios como los habitantes de estas zonas denuncian una supuesta indiferencia del actual gobierno acerca de una situación tan urgente para el país.

Durante el año 2008, los 4 huracanas dejaron 793 muertos, 548 heridos, 310 desaparecidos y 800 mil personas damnificadas, mientras que 100 mil casas fueron destruidas y hubo pérdidas materiales importantes en 9 de los 10 departamentos, según los datos arrojados por el mismo gobierno.

Temor de nuevas crisis a nivel humanitario, político y social en Haití

Todo indica que la temporada de los huracanes que empezará a comienzos de junio será más funesta que las anteriores. Los departamentos más vulnerables del país tales como Artibonito (al norte), Sur y Sureste, son golpeados cada vez más fuertemente por esos desastres naturales.

En el ámbito político, una crisis se está generando en el país, tras la decisión del Consejo Electoral Provisional (CEP) de rechazar las candidaturas de los miembros del Partido Lavalas (perteneciente al ex presidente Jean-Bertrand Aristide) a las elecciones senatoriales que tendrán lugar el próximo 19 de abril.

El CEP mantiene su decisión basándose en el argumento de que los candidatos de Lavalas no respetaron las exigencias de la ley electoral de julio de 2008, a pesar de la oposición de las embajadas americana, canadiense y francesa en Haití así como de una sentencia emitida por un juez haitiano que obliga al organismo electoral a reintegrar a dichos postulantes a las próximas contiendas electorales destinadas a llenar 12 puestos de un total de 30 en el Senado.

Por otro lado, cerca de un año después de que se estallaron las manifestaciones violentas contra el hambre en Haití (abril de 2008), algunas organizaciones tales como la Coordinación nacional de la seguridad alimentaria (CNSA) y Fews Net (Family Warning Systems Network) señalaron que la inseguridad alimentaria afecta actualmente a alrededor de 3 millones de Haitianos, es decir un tercio de la población.

En un informe publicado recientemente por ambos organismos, invitaron a todos los actores a tomar medidas concretas, principalmente el relanzamiento de la agricultura y la protección del medio ambiente, para evitar un nuevo escenario como la crisis social que conoció el país durante las protestas contra el hambre en abril del año anterior.

Habitantes de varias ciudades en todo el país tomaron las calles del 3 al 11 de abril de 2008; esos hechos ocasionaron 6 muertos y 200 heridos; 3 vehículos fueron incendiados y otros 61 destruidos, mientras que fueron atacadas 237 empresas comerciales, de las cuales 42 fueron saqueadas y 3 quemadas, según el balance que establecieron la Policía Nacional de Haití y la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH).

A raíz de estos acontecimientos, el gobierno dirigido por el primer ministro de entonces, Jacques Édouard Alexis, fue destituido por algunos senadores que lo consideraron incapaz de “tomar las decisiones para aliviar la miseria de las Haitianas y Haitianos”.

Una espada de Damocles pende sobre Haití

Frente a esta espalda de Damocles que pende sobre Haití, el presidente Préval ha pedido reiteradas veces a la Comunidad internacional que no reduzca su financiamiento al presupuesto de su gobierno.

En este contexto, el mandatario haitiano hizo un viaje a Washington el pasado 3 de febrero para “sensibilizar a nuestros amigos sobre la fragilidad de la situación que el país enfrenta”. Pero no fue recibido por el presidente Barack Obama, tal como lo deseaba, sino por la secretaria de Estado americana Hilary Clinton que no le prometió nada. Prácticamente el presidente haitiano acompañado de varios miembros de su gabinete regresó al país con las manos vacías.

En vez de echar una mano al gobierno haitiano, durante el mes de febrero las autoridades americanas amenazaron con deportar a 30 mil inmigrantes haitianos que se encuentran en situación irregular en ese país. La movilización de la comunidad haitiana en Florida, de congresistas americanos y de otras personalidades obligó a la administración de Barack Obama a reconsiderar dicha orden de deportación contra este grupo de Haitianos que permanecen aún en distintos centros de detención en el territorio americano.

Definitivamente, los discursos de la comunidad internacional en torno a Haití son cada vez más contrarios a las acciones que emprende a favor de este país. Por un lado, ofrece su solidaridad al pueblo haitiano y por otro, le niega su ayuda al gobierno de este país en momentos fatídicos.

Eso, sin contar con que las diferentes reuniones y conferencias sobre Haití terminan a menudo con una gama de promesas para promover el crecimiento económico y las inversiones en el país, que a la final pocas veces se convierten en acciones concretas. Hasta ahora, al gobierno haitiano le sigue faltando lo necesario para funcionar y al pueblo lo necesario para vivir. Entonces, ¿para qué la cooperación de la Comunidad internacional con Haití? [wel al gp apr 23/03/09 12:00]