Por Wooldy Edson Louidor
Pedernales (R. Dominicana), 2 oct. 07 [AlterPresse/Espacinsular] --- Florida, mujer haitiana de 20 años, dio a luz en el Centro de salud de Anse-à-Pitres (ubicado en el sureste de Haití), después de 4 días en trabajos de parto.
Al día siguiente, a pesar de su cansancio ella se encuentra en Pedernales, ciudad dominicana fronteriza con Anse-à-Pitres, acompañada por su marido que lleva al recién nacido en sus brazos y dos parientes suyos que ayudan a sostenerla. Los cinco esperan un coche que los llevará a Boucan Guillaume, localidad de Anse-à-Pitres, pasando por el interior de la Republica Dominicana para evitar así las carreteras de la frontera sur de Haití que se encuentran en pésimas condiciones.
Florida había presentado complicaciones en el momento del parto. Fue llevada por su esposo al Hospital de Pedernales donde los médicos dominicanos se negaron a atenderla porque dijeron que “ella no tenía documentación migratoria legal”.
Su esposo, un joven de apenas 23 años, se vio obligado a regresar con ella al Centro de salud de Anse-à-Pitres que no dispone ni del personal adecuado ni de infraestructuras especializadas para enfrentar tales casos de complicaciones en el parto. Con la ayuda de las enfermeras, Florida tuvo por fin su bebé después de cuatro días de dolor y desesperación. Cabe decir que, como muchos otros en Haití, dicho Centro de salud no cuenta con médicos de planta.
La historia de Florida, originaria de Boucan Guillaume, es semejante a la de muchas mujeres embarazadas haitianas que viven en las zonas fronterizas. Ellas no tienen acceso a servicios de salud y se enfrentan a muy malas condiciones de vida. Cuando llegan por fin a los hospitales fronterizos dominicanos, ya van en situaciones muy críticas, con “niveles de anemia muy elevados”, “problemas de tensión arterial, hemorragia y malnutrición” y otras complicaciones, según los testimonios recogidos por AlterPresse y Espacio Insular.
Sin embargo, en el caso de Pedernales “un 75% de las mujeres embarazadas haitianas (que llegan en situación crítica) no son acogidas en el Hospital de esta ciudad dominicana porque se les exige presentar documentos, sea un pasaporte con visado o una cédula de residencia dominicana, que ellas no poseen”, reveló a ambas agencias de información un miembro de la Cruz Roja Dominicana, Julio César Brito, que trabajó durante 23 años en dicho organismo humanitario.
Originario de Pedernales donde ha radicado durante toda su vida, Brito subrayó que, en muchos otros casos, los médicos dominicanos se niegan a auscultar a las mujeres embarazadas haitianas porque el problema de salud que presentan ellas rebasa las competencias del hospital de dicha ciudad.
“La Cruz Roja Dominicana ayuda generalmente a dichas mujeres en dificultad a trasladarse a otros hospitales más equipados en Barahona, en Azua o en Santo Domingo, para que ellas reciban los cuidados que sus casos ameriten”, nos hizo saber.
Según los resultados de una encuesta realizada en Barahona en diciembre de 2005, “35 bebés que nacen cada mes en el Hospital regional Jaime Mota (ubicado en dicha ciudad dominicana) son haitianos”.
Las autoridades dominicanas habían anunciado que tomarían medidas para disminuir esta elevada cifra que, además, representaba una parte importante de los gastos públicos del país.
Por el contrario, como Julio César Brito algunos ciudadanos dominicanos y dominicanas que pertenecen a la Red Fronteriza Jano Siksè (antes Red Binacional Jano Siksè) demandan que el personal de los hospitales públicos de su país ofrezca servicios de salud a los nacionales haitianos y haitianas, principalmente las mujeres embarazadas haitianas en situación crítica, en virtud del derecho a la vida que es un derecho fundamental de todo ser humano.
Así mismo, ciudadanos y ciudadanas de Anse-à-Pitres que entrevistamos piden a las autoridades locales y centrales de su país que equipen mejor el centro de salud de dicha ciudad y que envíen médicos a su comunidad para brindar servicios de salud a toda la población fronteriza. [wel gp apr espin 02/10/2007 08:50]