Actos de intimidacion contra Sonia Pierre constituyen señales de una intolerancia y de una denegación de integración de la comunidad de ascendencia haitiana, expresan las organizaciones de defensa de derechos humanos a las conferencias episcopales catolicas romanas, haitiana y dominicana, reunidas en Puerto Principe del 15 al 17 de abril de 2007.
Sometido a AlterPresse el 15 de abril de 2007
Carta abierta a las Conferencias Episcopales catolicas romanas Haitiana y Dominicana, en torno a las persecuciones contra Sonia Pierre
15 de abril de 2007
Estimados Obispos haitianos y dominicanos,
Nosotras, Organizaciones signatarias de esta carta, saludamos la celebración, esta semana, de una reunión entre las Conferencias Episcopales de la isla.
Dado que este encuentro se realiza en un contexto especialmente difícil para los y las inmigrantes haitianos/nas en la República Dominicana, esperamos que la cuestión migratoria estará en el centro de sus intercambios.
Estimados obispos, realmente estamos preocupadas por las violaciones sistemáticas de los derechos de los/las inmigrantes haitianos/nas y de sus descendientes en este país, situaciones que fue objeto de varios últimos y recientes informes por parte de organizaciones nacionales e internacionales reconocidas.
Como ejemplos, podemos citar los ataques e intimidaciones repetidos contra Sonia Pierre, Dominicana de origen haitiana, porque se atrevió a elevar la voz sobre la situación vivida por cientos de millares de descendientes de haitianos que evolucionan en República Dominicana sin ninguna nacionalidad.
La repetición de las agresiones contra Sonia Pierre, especialmente las tentativas de anulación de su acta de nacimiento entregado hace 43 años, la publicación en la prensa de información de carácter privado concerniéndosela y la destrucción de su fotografía en una exposición pública, son tantas señales de una intolerancia y de una denegación de integración de la comunidad de ascendencia haitiana, después alrededor de un siglo de inmigración.
Tales comportamientos crean y mantienen un clima de tensión que corre el riesgo de perturbar todos los esfuerzos de colaboración y de acercamiento emprendidos por distintos sectores de la isla Haití/Quisqueya, entre ellas las Iglesias, con el fin de armonizar las relaciones entre nuestros dos países y nos dos pueblos.
¿La Iglesia Católica que siempre ha predicado los valores de tolerancia, respeto, y justicia, puede seguir siendo indiferente cuando los derechos de la persona son violados por mismos aquéllos que se encargan de hacerlos respetar ?
Estimados obispos, ante el cariz inquietante que los acontecimientos están tomando, nosotras organizaciones signatarias de esta carta, somos convencidas de que las fuerzas morales de la isla, como las Iglesias, tienen un papel importante que jugar con el fin de llevar los responsables políticos a tomar las vías de justicia, de dignidad y de respeto de los derechos fundamentales de la persona.
Tras expresar nuestra profunda solidaridad con Sonia Pierre, nosotras organizaciones signatarias de la presente, les piden, estimados obispos de las dos conferencias episcopales de la isla, animar a las autoridades de los dos países a reunirse sin demora con el fin de encontrar un acuerdo global sobre el tema migratorio, incluyendo la regularización del estatuto de las personas de ascendencia haitiana nacidas en la República Dominicana, este en cumplimiento de sus derechos fundamentales, y de las convenciones internacionales sobre este tema.
Las instituciones signatarios de esta carta :
Comisión Episcopal Justicia y Paz (JILAP)
Sant Pon Ayiti
Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH)
Solidaridad de las Mujeres Haitianas (SOFA)
Grupo de Apoyo a los Repatriados y a los Refugiados (GARR)
Konbit Fanm SAJ Veye Yo
Centro KarL Leveque (SKL)
Rasanbleman Jèn Savanèt (RAJES)
Coalición Haitiana de las Mujeres Líderes (COHFEL)
Instituto Móvil de Educación Democrática (IMED)
Para autentificación, Colette Lespinasse, GARR