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En margen del dia Internacional de Inmigrantes

Asociacionismo de origen inmigrante en Cataluña

NDLR : Un análisis (dedicado a haitianas y haitianos que viven afuera de Haiti) sobre los flujos migratorios en el mundo, las formas y los mecanismos de participacion y de integracion en el pais de acogida, sobretodo las recomendaciones de la Union Europea en este sentido hasta busqueda de alternativas propiciadas tambien al pais de origen de las y los inmigrantes

Par Marc Antoine Archer [1]

Transmitido a AlterPresse el 20 de diciembre 2005

El pasado fin de semana, concretamente los dí­as 17 y 18 de diciembre 2005, fui invitado a participar a las Primeras Jornadas sobre Asociacionismo de Origen Inmigrante en Cataluña. Estas jornadas, organizadas por la Secretarí­a para la Inmigración del Gobierno Autónomo de Cataluña y una Coordinadora de las Asociaciones de Inmigrantes de Cataluña, tení­an como objetivo general, “Ser un espacio de reflexión que sirva para mejorar el tejido asociativo catalán y su relación con la Administración.â€

Mi participación tomaba la forma de una ponencia sobre “Formas y Mecanismos de Participación†. Pasadas estas jornadas, y, recordando que el dí­a 18 de diciembre es el “dí­a del Inmigrante†, me ha parecido interesante entretener el debate facilitando a más gente la lectura de la ponencia. A pesar de que en España seamos muy pocos los Haitianos, sabemos que el papel a jugar por la inmigración, por las comunidades haitianas del extranjero, puede llegar a ser muy importante en la transformación del paí­s. En este sentido, esta ponencia esta dedicada a todos y a todas los Haitianos/as que viven, por suerte o por desgracia, en el extranjero.

Debiendo, para empezar, reconocer mi condición de inmigrante, y a este tí­tulo estoy aquí­, he de decir, y supongo que no discreparan ustedes, que:

-  La Inmigración molesta.
-  El inmigrante incomoda, sobretodo si son muchos.

No utilizo más “frases lapidarias†para no herir susceptibilidades y/o no ser polí­ticamente incorrecto. Sin embargo, a pesar de lo que pueda desagradar la presencia de inmigrantes, sabemos, o deberí­amos saber que la historia de la Humanidad es la historia de los flujos migratorios que han moldeado las sociedades, los territorios, las culturas. Los desequilibrios en los recursos, económicos, poblacionales, naturales, ambientales, han entretenido estos flujos y han acabado por configurar un espacio como el que actualmente habitamos.

En la sociedad actual, dejando de lado los DESPLAZAMIENTOS OCIOSOS (El Turismo), los desplazamientos de población, debidos a razones polí­ticas, económicas, intelectuales, tienen un impacto cada vez más fuerte sobre todos los sectores de la vida en sociedad: el mercado de trabajo, la sanidad, la educación, la cultura en general, la representación polí­tica, el ejercicio de los derechos y deberes ciudadanos en general.

Por lo tanto, la Inmigración implica una tupida red de parámetros afectivos, polí­ticos, sociales, económicos, culturales, que puede afectar gravemente el funcionamiento de algunas sociedades, si no se adoptan medidas y se creen estructuras capaces de facilitar la coexistencia fecunda de varios planteamientos.

En este punto, me gustarí­a compartir con vosotros algunas reflexiones:

1- La decisión de abandonar el paí­s de origen, para establecerse en un paí­s diferente, nunca es una decisión fácil de tomar. Una vez tomada, el individuo, entonces inmigrante, está condenado a llevar dentro de sí­, el DESARRAIGO, la Aí‘ORANZA, la ESPERANZA.

2- La opción de compartir con uno que viene de fuera las ventajas a las cuales uno se cree acreedor, no es nunca fácil de asumir. Grandes dosis de tolerancia, de coherencia son necesarias para vencer las inclinaciones xenófobas presentes en todas las culturas.

3- Tres de cada cuatro niños/as que nacen en el mundo están condenados/as a carecer de todo lo imprescindible para una vida decente, digna.

Dicho esto, y, esperando que vayan pensando en ellas a lo largo de mi intervención, hemos de aclarar, para situarnos completamente, ciertos conceptos:

1- ¿De qué hablamos cuando decimos FORMAS de PARTICIPACIí“N?

2- ¿De qué hablamos cuando decimos MECANISMOS de PARTICIPACIí“N?

Principalmente, cuando hablamos de mecanismos de participación, hablamos de:

1- Asociaciones y Organizaciones diversas

2- Redes, Federaciones, Cofradí­as y Comunidades de Culto

3- Partidos Polí­ticos

4- Estructuras de Gobierno

a. De Poder Local

b. Instancias superiores

Y, cuando hablamos de formas de participación, pensamos preferentemente en:

- La participación asociativa

- La militancia polí­tica, ideológica, la participación en prácticas cultuales.

- El ejercicio del voto.

Por otro lado, ya que vamos a tener que comparar, planteémonos otras dos preguntas:

1- ¿Qué ofrece la sociedad de acogida a sus ciudadanos como FORMAS de PARTICIPACIí“N?

2- ¿Qué ofrece la sociedad de acogida a sus ciudadanos como MECANISMOS de PARTICIPACIí“N?

Todo nacional de un paí­s, en plenitud de sus facultades, goza de todos los privilegios ofrecidos por la ley que le garantiza el acceso a todos los mecanismos de participación, utilizando cualquiera de las formas de participación anteriormente citada. En cuanto a los inmigrantes, hasta hace poco, ni siquiera, les era reconocido el derecho de asociación. Un largo camino queda por lo tanto por recorrer. El no ejercicio de estos derechos priva al inmigrante de una ví­a altamente efectiva para lograr la inserción plena en la sociedad de acogida. Lograr lo que técnicamente se conviene en llamar INTEGRACIí“N.

De hecho, ¿Qué significa el concepto de INTEGRACIí“N de los inmigrantes?

Según la Union Europea (U.E.), la integración es un proceso de doble sentido basado en los derechos recí­procos y las obligaciones correspondientes de los nacionales de terceros paí­ses con residencia legal y la sociedad de acogida. La integración implica que todos los nacionales de terceros paí­ses, legalmente durante un tiempo prolongado en un Estado miembro, deberán adquirir determinados derechos y obligaciones.

Según mi punto de vista, la integración es ofrecer formas óptimas de participación y mecanismos coherentes y adecuados (tanto a los destinatarios como a la sociedad autóctona) de participación a:

-  Los recién llegados

-  Los inmigrantes de más larga duración así­ como a miembros de su familia admitidos en el marco de la reagrupación familiar.

-  La población alóctona que, por motivos diversos, se encuentra viviendo en el paí­s: Refugiados, Estudiantes, Personas que gozan de protección internacional o de protección subsidiaria o temporal.

El no ofrecimiento de estos mecanismos crea crispación social, linchamiento mediático. No hay nada más doloroso, para las comunidades de inmigrantes, sobretodo en el caso de las más visibles, por la presencia de rasgos diferenciadores, que la generalización de la culpabilidad de un individuo a toda la comunidad. Un Haitiano, por ejemplo, que roba en una tienda en Barcelona, convierte a todos los Haitianos en ladrones. En esta trampa, caen tanto gente supuestamente formada como otras con menos luces.

Hace doce años, tuve el honor de participar, como miembro electo, en la ejecutiva de la Federación de los Colectivos de Inmigrantes de Cataluña (FCIC). En aquélla época, quisimos hacer entender a la Administración que la no existencia de una estructura de este tipo y de una mentalidad más abierta, sobretodo en la Administración, para poder hacer propuestas novedosas (de acuerdo con los directamente implicados), crearí­a a la larga GUETOS sociales, económicos y CULTUALES. Además, fomentarí­a y consolidarí­a frustraciones de todo tipo en uno y otro lado, tanto en la población inmigrante como en los nativos, la sociedad de acogida, los autóctonos.

En aquélla época, aunque abogábamos por la creación o el apoyo a ciertos individuos pertenecientes a los grupos minoritarios, como modelos procedentes de las comunidades de inmigrantes, incidí­amos sobre la poca pertinencia de la discriminación positiva. Creí­amos que la existencia de mecanismos de discriminación positiva crearí­a más tensiones. Favorecer más la promoción basada sobre el mérito tení­a que ser entonces el camino a seguir. De ahí­, la obligación de disponer de más recursos públicos y de utilizarlos de forma adecuada.

¿Cuáles son los elementos que favorecen la integración del Inmigrante?

1- Una situación legal estable

2- Permiso de trabajo y existencia de un empleo estable.

3- Inexistencia de tensión social debido a posibles rechazos xenófobos étnicos.

La U.E., en un documento sobre Inmigración, integración y empleo, hace una serie de recomendaciones que me parece interesante subrayar y que pueden ayudar, en esta ponencia, a comprender mejor la importancia del establecimiento de unos Mecanismos de Participación coherentes y adaptados. De este documento, conviene resaltar lo siguiente:

1- El papel económico de la inmigración y su impacto en el empleo

Numerosos estudios realizados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otros, han demostrado que la inmigración tiene un impacto positivo sobre el empleo y el crecimiento, que resulta innegable por dos razones: aumenta la oferta de mano de obra y tiende a ejercer un efecto positivo en la demanda de productos.

En términos de ofertas de trabajo, existen pocos indicios que demuestren que la inmigración haya incrementado el desempleo. Por otro lado, en general, los inmigrantes no desplazan a los trabajadores nacionales.

Por último, el impacto de la inmigración, sobre las finanzas públicas de los paí­ses de acogida, parece haber sido moderado hasta el momento.

2- Las perspectivas en materia de empleo y el potencial de la inmigración

Tras considerar la carencia de mano de obra y la creciente inadaptación de la formación y, con el fin de evitar favorecer la inmigración ilegal, los gobiernos consideran necesario facilitar la entrada de los inmigrantes en el mercado laboral, en particular de aquellos que están cualificados y son capaces de adaptarse.

Sin embargo, todaví­a es difí­cil elaborar polí­ticas que concilien la oferta y la demanda.

Además, no se debe recurrir a los inmigrantes en detrimento de los paí­ses en desarrollo, en particular, provocando una fuga de cerebros. Tampoco se debe emprender una segregación del mercado laboral ni una dependencia persistente de la inmigración para ciertas categorí­as de empleos.

3- El entorno social y cultural

La implicación y la participación activas de los inmigrantes en la vida civil y en particular en las comunidades locales es una etapa importante de la adaptación.

Para favorecer una actitud general positiva del público hacia los inmigrantes, es necesaria una voluntad polí­tica firme, con el fin de evitar el resentimiento, así­ como el incremento del racismo. Los polí­ticos y los medios tienen una gran responsabilidad, en tanto que educadores de la opinión pública.

4- Los principales agentes de una polí­tica de integración holí­stica

El éxito de un planteamiento global de la problemática de la inmigración depende sobre todo de los gobiernos, pero éstos deben contar también con la cooperación de los interlocutores sociales, del sector de la investigación y de los proveedores de servicios públicos, las ONG y otros agentes de la sociedad civil, incluidos los propios inmigrantes.

5- Luchar contra la discriminación

Es importante apoyar a los Estados miembros en la puesta en marcha de las dos directivas principales de lucha contra la discriminación (igualdad de trato en materia de empleo y ocupación en igualdad de trato sin distinción de raza o de origen étnico), pero también lo es reforzar la lucha contra la discriminación:

-  sensibilizando al público sobre las legislaciones comunitarias y nacionales que prohí­ben la discriminación;

-  comprometiendo a las empresas en las prácticas no discriminatorias, en particular en el marco de la responsabilidad social de las empresas ;

-  asegurando un mayor seguimiento de los inmigrantes y las minorí­as étnicas en lo que respecta a empleo, vivienda, educación y violencia racial;

-  intercambiando experiencias dentro del marco del programa de acción comunitario de lucha contra la discriminación (2001-2006) .

6- Profundizar en el diálogo con los terceros paí­ses

Un diálogo más próximo con los terceros paí­ses facilita la regulación de los flujos migratorios y constituye un elemento relevante en la lucha contra la inmigración ilegal. En el marco de este diálogo, la Comisión insiste para que:

- se avance en el reconocimiento mutuo de las cualificaciones profesionales de los nacionales de terceros paí­ses;

- la Unión Europea siga explotando las posibilidades, abiertas por el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios de la Organización Mundial del Comercio (OMC), de negociar compromisos que autoricen la entrada temporal de personas para prestar servicios.

Estas, son las recomendaciones de la U.E. a sus estados miembros para facilitar la integración de las poblaciones inmigrantes. Está claro que, tanto para controlar los flujos migratorios como para colaborar con el Desarrollo o mejor dicho, la Transformación de los Paí­ses Menos Avanzados que son los Proveedores de Inmigrantes, los paí­ses ricos, habrán de demostrar mayor destreza. No está de más tampoco señalar que el Inmigrante tiene también su papel y una obligación moral de participar en la transformación de su paí­s de origen, el cual ha invertido en su formación. El, también, en este sentido, ha contribuido a empobrecer a su paí­s de origen.

Eso nos conduce directamente a una tercera ví­a de participación, poco explorada, aquélla que implique la participación del inmigrante en la transformación de su Comunidad de origen y que haga de él uno de los protagonistas de dicha transformación. Hablaremos, en este caso, de la creación de estructuras de Codesarrollo.

El CODESARROLLO nos permite combinar formas y mecanismos de participación en los dos paí­ses a la vez, el de acogida y el de origen, estableciendo unos ví­nculos transnacionales entre las dos sociedades.

La estructura de funcionamiento quedarí­a de la forma siguiente:

Para terminar, me gustarí­a ofrecerles un fragmento de un texto de un Profesor Universitario, el Sr. Ví­ctor Hugo Acuña Ortega, “Elogio del Inmigrante†:

Elogiamos al inmigrante,
Porque, con sus pies hace historia,
Porque en sus espaldas carga el pasado, que le pesa, pero no tanto como para no intentar erguirse en una vida nueva.

Ellos conocen los poros de las fronteras y los desfiladeros de los tiempos.

El inmigrante parte a alguna parte, pero él es siempre de otra parte.

Los que se van tienen un terruño que dejan por alguna razón.

Las razones propias pueden ser las más personales, pero detrás, o más bien delante de esa intimidad, están las grandes razones de la historia: las guerras, las pestes, los exterminios y las hambrunas.

Se abandona el lugar de nación, porque este ya no ofrece lo que se espera y se parte a la conquista.

Pero la propia tierra que nos fue inhóspita, apenas abandonada, se convierte en el paraí­so perdido, en el sitio imaginario donde se depositan todas las fantasí­as, sobre todo las que nunca serán realizadas.

Y se llega a una nueva tierra, que es la que da cobijo momentáneo, se cree, y aunque alimente nunca parece tan buena como la que se alejó.

Y aunque se conquiste, se adopte y se idealice, la tierra de adopción conserva para el inmigrante, hasta su muerte, un poco de madrastra.

Está claro que la mejor forma de combatir el DESARRAIGO y hacer que el Inmigrante se sienta Mí S HIJO que HIJASTRO de su tierra de adopción (en el sentido de V.H. Acuña) es facilitarle la participación, tanto en la consolidación de ciertos valores comunes en la sociedad de acogida (solidaridad, tolerancia, respeto, pluralidad de opciones, etc...) como en la construcción de una sociedad más avanzada en su paí­s de origen.

Esperemos, entonces, que estas jornadas, como espacio de reflexión, sirvan realmente para hacer que la sociedad mejore con las aportaciones de este porcentaje de población de procedencia extranjera cada vez más equilibrada.

Gracias


[1Marc Antoine ARCHER, Fí­sico Industrial
Contact : marc@archer.jazztel.es.