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Tiempo para la alegría en Haití

- Tiempo para la alegrí­a en Haití

Un risueño haitiano disfrazado participa alegremente en las coloridas celebraciones del carnaval en Jacmel, una pequeña ciudad portuaria, ubicada al sudeste de Haití, a 110 millas de la ciudad de Puerto Prí­ncipe, el pasado domingo, 30 de enero.

El disfraz tradicional, que incluye el tocado con cuernos de diablo cojuelo, se completa con una delgada malla recubierta de pintura metálica que realza el brillo. El Caribe 1-2-2005

- "Desastre ecológico" Haití podrí­a extenderse al paí­s

El grave daño al medioambiente que afecta a Haití, que ha perdido el 95% de su cobertura vegetal, afectará a la República Dominicana, por lo que el primer ministro Gerard Latortue, planteó que ambas naciones deben enfrentar el problema de común acuerdo.

Latortue consideró como "el problema más terrible" de Haití es la destrucción de su medioambiente y definió la situación como de "desastre ecológico".

Dijo Latortue que espera reforzar la cooperación en este y otros campos con la República Dominicana antes de terminar su gobierno.

Dijo que en su paí­s se están levantando infraestructura muy importantes en este año 2005, entre ellas, la carretera del Norte que va de Cap Haitian a Dajabón, para facilitar el turismo y el traslado de productos agrí­colas entre República Dominicana y Haití. Hoy 31-1-2005

- Chávez: ’’Aristide es Presidente de Haití"

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó ayer durante una conferencia de prensa en Porto Alegre que para él, ’’el Presidente de Haití es Jean Bertrand Aristide’’.

Chávez sostuvo que el ex presidente fue ví­ctima de un ’’secuestro’’ como el que él mismo sufrió en abril de 2002, luego de un Golpe de Estado de 47 horas. Listí­n Diario 31-1-2005

- Conflicto maritimo RD / Haití

El Procurador General para la Defensa del Medio Ambiente y los Recursos Naturales denunció que nacionales haitianos han provocado la muerte de miles de peces y otras especies marí­tima, en el litoral costero de Marigot y la Laguna de Saladillo por envenenamientos de las aguas del Océano Atlántico en Monte Cristi.

El doctor Ramón Aristides Madera Arias, dijo que mediante un operativo conjuntamente con la Marina de Guerra, el Ejército y la Policí­a Ambiental fueron apresados 13 haitianos a los cuales se le ocuparon dos embarcaciones con 25 quintales de peces de dos y tres pulgadas de diámetro una sustancia tóxica desconocida, varios chinchorros de arrastre de mallas pequeñas así­ como otros materiales de pesca prohibido en el paí­s.

El funcionario de Medio Ambiente en la Lí­nea Noroeste, asimismo, informó que siete embarcaciones de matrí­cula haitiana con unos 31 haitianos asaltaron con armas de fuego, rifles de pesca a tres pescadores dominicanos, a los cuales golpearon y los despojaron de dos lanchas pesqueras, dos motores fuera de borda de 15 y 20 caballos de fuerza, más de 1,300 metros de chinchorros que eran utilizados para la pesca. Hoy 31-1-2005

- Opinión : Haití es un problema nuestro

Haití, ya saben muchos, es lo que llaman modernamente un "failed state" o sea, un paí­s ingobernable, no viable de acuerdo al instrumental democrático disponible en Occidente. Haití, y esto no lo saben muchos, tiene más capacidad de arrastrarnos a la ingobernabilidad de la que tenemos nosotros para rescatarlos a ellos y traerlos a un cierto tipo de orden democrático. Esta afirmación procede del hecho irrefutable de que en la presente coyuntura histórica las fuerzas que empujan las sociedades modernas hacia la barbarie son sustancialmente más que poderosas que las fuerzas civilizadoras.

Haití no está en condiciones de ayudarse a si mismo en este momento. Sus élites intelectuales o profesionales, sus polí­ticos, sus empresarios y sus organizaciones no disponen de la visión, la voluntad, la capacidad y menos aún los medios con que hacerlo. Haití es ahora y como ya dije, un paí­s inviable, un paí­s fracasado y en esta época nadie quiere cargar con fracasos propios ni ajenos. Elecciones van o elecciones vienen y nada cambia. Donaciones van y vienen. Golpes van y vienen. Desde Raul Cedrás, Haití solamente desciende. Ningún paí­s dispone de los recursos que absorberí­a Haití sin descuidar otras áreas. Ningún paí­s podrí­a asumir un protectorado a largo plazo, menos aún recolonizar un paí­s tan pobre, que ya si fuera rico en petróleo serí­a otra historia.

La diplomacia dominicana bien podrí­a y deberí­a -añado- proponer al Poder Ejecutivo una iniciativa internacional amplia y de largo alcance mediante la cual sea creada una Organización Binacional de Desarrollo integrada por personal de tres paí­ses siendo Haití y la RD dos de ellos. Con status oficial, esta organización podrí­a solicitar, recibir y administrar la ayuda internacional procedente de aquellos paí­ses que rehúsen poner recursos económicos en manos de un Estado Fallido. De este modo, el manejo polí­tico de la situación haitiana no interfiere con la prestación de una ayuda desesperadamente necesitada. La RD tiene ahora la credibilidad de la cual carecen las autoridades haitianas. En adición a las capitales de Santo Domingo y Port au Prince, bien pudiera ser que la zona de Cap Haitien u otra se convirtiera en la capital de un nuevo y -sobre todo- diferente esfuerzo. Hoy 31-1-2005 Melví­n Mañon/intelectual dominicano