Santo Domingo, 12 dic. 04 [AlterPresse]--- La organización Amnistía internacional, que se dedica a la defensa de los derechos humanos, reclamó al gobierno dominicano que preserve la vida del parroco de los bateyes haitianos, padre Pedro Ruquoy, amenazado de muerte por sectores que se han sentido denunciado por el tráfico de haitianos por la frontera dominico/haitiana.
El padre Pedro Ruquoy, ciudadano belga que reside permanentemente en la República Dominicana, fue agredido el 24 de noviembre cuando distribuía comida a una multitud " haitianos hambrientos" en su casa, de Bastey 5. "Una piedra lo alcanzó en medio de la columna vertebral, y estuvo inconsciente durante media hora antes de ser trasladado al hospital", expresa un comunidad de Amnistía Internacional.
"Esta agresión es la más reciente de una serie de actos de intimidación dirigidos contra el padre Pedro Ruquoy a consecuencia de su trabajo en defensa de los derechos humanos de los refugiados y trabajadores haitianos en la República Dominicana. En tres artículos publicados en el periódico Diario Diario el 11, 14 y 17 de noviembre se le acusaba de respaldar el tráfico de haitianos e incluso acompañarlos hasta la República Dominicana en su propia furgoneta", indica la entidad internacional.
El sacerdote Pedro Riquoy atribuyó la agresión de la que fue objeto y la supuesta campaña difamatoria en su contra a sectores vinculados al tráfico de indocumentados desde Haití.
Riquoy, apedreado hasta quedar inconsciente la semana pasada, dijo que está siendo objeto de una campaña difamatoria que le endilga traer ilegales haitianos al país, enterrar algunos en el patio de su vivienda y traficar con niños.
"Antes de que me golpearan, el Procurador Fiscal (de Barahona) me llamó a su despacho y me dijo que existían dos denuncias de gente que no identificó acusándome de esas cosas", dijo el religioso.
Sostiene Amnistía que contra el padre Ruquoy se ha iniciado una campaña de descredito y sostiene que se le está acusando "de discriminar a los dominicanos en favor de los haitianos al distribuir ayuda humanitaria internacional, y se decía de él: "se va a organismos internacionales a denunciar supuestos maltratos de ilegales en territorio nacional, como resultado de las cuales el país puede ser objeto de sanciones". Un lector del Diario Diario publicó un comentario en el sitio web del periódico acusando al padre Pedro Ruquoy de ser un traidor, y al parecer el sacerdote va a emprender acciones legales contra el periódico y contra algunos de quienes le han difamado".
En agosto de 2000, el padre Pedro Ruquoy testificó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el trato que reciben los haitianos en la República Dominicana. Aunque sólo participó como testigo, Amnistía Internacional cree que ha sido sometido a intimidación en parte porque su testimonio se malinterpretó en la prensa como un ataque contra el gobierno dominicano. La Corte Interamericana pidió al gobierno dominicano que tomara medidas para garantizar la seguridad del sacerdote. Sin embargo, a pesar de ello, durante 2001 Amnistía Internacional recibió informes de amenazas y actos de intimidación contra el padre Pedro Ruquoy. Al parecer, en abril de 2001 el sacerdote fue amenazado a punta de cuchillo en su casa, y no recibió protección policial hasta junio de ese mismo año.
En la carta 16 mayo 2001 dirigida al entonces Procurador de la República, Virgilio Bello Rosa, Amnistía Internacional habia expresado su honda preocupación por la seguridad del padre Pedro Ruquoy, defensor de los derechos humanos de los haitianos y dominicanos de origen haitiano.
"El acoso y las amenazas a los defensores de los derechos humanos son intolerables," declaró Amnistía Internacional destacando que las autoridades dominicanas tienen el deber de proteger tanto al padre Ruquoy como a todos los que luchan por la defensa de tales derechos. "Este deber emana de las obligaciones internacionales de la República Dominicana, así como de su propia constitución."
En su carta, la organización de derechos humanos insta a las autoridades dominicanas a que adopten medidas para proteger la vida y la integridad personal del padre Ruquoy, como también lo solicitó la Corte Interamericana de Derechos Humanos en agosto del 2000.
Amnistía Internacional está recomendando, a la Procuraduría General de la República Dominicana, para que disponga protección a favor del religioso, ante el temor que se puedan repetir otras agresiones en su contra.
Además está expresando "preocupación por la campaña constante de ataques de la que es víctima el padre Pedro Ruquoy a consecuencia de su trabajo como defensor de los derechos humanos; haciendo referencia específica a la agresión más reciente, que sufrió en su casa el 24 de noviembre, a causa de la cual tuvo que ser llevado al hospital; pidiendo al procurador general Francisco Domínguez Brito que denuncie cualquier ataque contra el padre Pedro Ruquoy y que haga una declaración pública clara e inequívoca a favor del papel que el padre Ruquoy desempeña como defensor de los derechos de los refugiados y trabajadores haitianos en la República Dominicana;
pidiendo al procurador general Francisco Domínguez Brito que proporcione al padre Ruquoy protección policial y que se asegure de que se toman todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad", indica Amnistía Internacional.
Finalmente, Amnistía Internacional, está llamando a la solidaridad internacional contra la campaña de descredito que se ha iniciado contra el Padre Pedro Ruquoy haciendo llegar cartas por fax a la Procuraduría General Dominicana condenando la agresión y pidiendo protección a favor del cura de los bateyeros haitianos de la Región Sur. [jls apr 12/12/2004 14:30]