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Pide reconocer aportes de los migrantes haitianos a la República Dominicana

Par José Luis Soto
Josesoto11@hotmail.com

Santo Domingo., 8 déc. 04 [AlterPresse]--- El ex Consul General de Haití en la República Dominicana, Edwin Paraison, pidió que se valore en su justa dimención los aportes que hacen los migrantes haitianos que viven o trabajan en este paí­s.

Expresó que en la actualidad la comunidad haitiana en la República Dominicana está estimada en más de 800 mil haitianos, siendo la más numerosa en el extranjero.

Dijo que esa situación se debe a la cercaní­a entre ambas naciones y más aún porque son fronterizas, compartiendo un mismo territorio.

Al disertar durante un seminario sobre la migración haitiana en la República Dominicana, el ex funcionario consular, sostuvo que los aportes de ésta comunidad es valiosisimo y poco valorada.

Indicó que la migración haitiana lleva más de 90 años y que producto de ella, en el paí­s existe 3 y 4 generaciones de haitianos y haitianas que viven y se han desarrollado en esta nación.

" De una población viviendo en el exterior de aproximadamente de 2, 500.000 de haitianos, la comunidad haitiana constituye la de mayor número de miembros", expresó Paraison.

Expresó que la comunidad haitiana en la República Dominicana se ha ido integrando a la sociedad dominicana, a nivel comercial, educativo y haciendo importantes aportes como es el caso de los trabajadores de la construcción y los braceros haitianos que lo han dejado todo en los bateyes.

"Pese a las múltiples barreras, ha tenido un proceso lento pero ascendente de integración a ésta sociedad receptora a través de los esfuerzos de organización y la diversificación de sus componentes, durante las dos últimas décadas, surgiendo la "nueva ola de la migración haitiana"

Sostuvo que la comunidad haitiana ha tenido que luchar arduamente junto a grupos de dominicanos, sindicalistas, entidades de derechos humanos, intelectuales a través de investigaciones y ensayos de lideres religiosos, de ONGs, profesores y medios de comunicación para que esta población se le vea desde otra dimención, que le valore, que se le reconzca sus aportes en los ambitos económicos y social.

En ese sentido, el también sacerdote anglicano, expresó que ese reconocimiento debe implicar, que a los haitianos y haitianas que viven en la República Dominicana deben gozar de mejores condiciones de vida y también se les deben respetar sus derechos.

Empero que reconoció que la comunidad haitiana ha sido ví­ctima de preprejuicios, que dijo "existen y existirán siempre del rico frente al pobre, o de una raza frente a otra, los haitianos lo sufren aquí­ como los dominicanos lo sufren en otros lares. La sobre/explotación de empleadores para reducir costos de producción es ya un principio globalizado del cuál no escapan los pobres ", expresó el padre Paraison.

"Nuestros compatriotas son ante todo, pobres que en algunos casos provocan compasión, pero en otros casos la repulsión, cuando son vistos pidiendo limosna en las principales calles de los grandes centros urbanos del pais, y ví­ctimas de las redes de traficantes ", indicó.

Sobre el tráfico de indocumentadaos haitianos a la República Dominicana, Edwin Paraison, denunció que esa practica ya no sólo abarca hombres mayores de edad para trabajar en la construcción, cortar caña o para ser contratados en las grandes plantaciones agricolas dominicanas, sino que ahora, la misma se nutre de " mujeres adultas con niños/as hambrientos/as y haraposos/as que son explotados por estas redes, pidiendo limosnas en calles y avenidas de Santo Domingo, Puerto Plata, la Romana, entre otras ciudades dominicanas. "Esas bandas son dirigidas por dominocanos y haitianos pero hasta ahora no se conocen los primeros que han sido apresados o sometidos a la justicia", Alterpresse Santo Domingo.

Indicó que según estudios de la UNICEF y la OIM cerca de 3 mil niños/as por años son ví­ctimas de estas redes.

Este aspecto, indicó Paraison, "constituye en la actualidad, uno de los principales problemas que confronta la comunidad haitiana de la República Dominicana".

En su conferencia sobre la migración haitiana en el paí­s, Edwin Paraison, destacó que la generalidad de la misma la conforman obreros agrí­colas, trabajadores de la construcción, los vendedores ambulantes especialmente de jugos ( naranjas, caña y otros), frutas, zapatos y ropas particularmente en la capital y Santiago.

"Nueva ola" que se diferencia de la anterior migración predominantemente rural, formada ahora por jóvenes de los centros urbanos y barrios marginados de Haití dirigida hacia los centros urbanos y barrios marginados de la RD según los recien estudios publicados por la FLASCO, expresó.

Sostuvo que ésta nueva migración haitiana tiene factores que se expresan en la caí­da del régimen Duvalier en 1986 y más recientemente en la salida del Presidente Jean Bertrand Aristide y la asunción al poder del gaobierno provisional que actualmente existe en Haití. Estas tres situaciones combinados con el estancamiento económico en Haití han sido factores para el aumento de la población haitiana en la República Dominicana. "Montados en aparatos mecánicos como triciclos y perforadoras de las empresas de construcción y no a caballos ni en los vagones de los trenes del Consejo Estatal del Azúcar. Victimas de las consecuencias sobre la economia de nuestro pais de la crisis y violencia polí­tica antes y después la caí­da de la dictatura duvalierista en 1986 y la salida del Presidente Aristide en febrero pasado en las circunstancias ya conocidas".

Entre esos nuevos migrantes, expresó el religioso, se cuentan un buen número de perseguidos polí­ticos que buscan en República Dominicana un refugio para evitar ser encarcelados o asesinados..

"Si bien no son aceptados como refugiados polí­ticos en el pais, con la poca ayuda que pueden recibir de las Iglesias, del HCR y grupos allegados, desarrollan una capacidad de sobrevivencia en un contexto socio economico y ambiente cultural desconocidos, que se torna hostil cuando polí­ticamente el tema de su presencia es usado de manera estrategica como forma de desviar la atención de la opinión pública de algún hecho o debate con potencial riesgoso para quienens detienen el poder", expresa Paraison.

La contribución de la migración haitiana en el ambito urbaní­stico y el desarrollo de la industria turí­stica del pais, sotiene el sacerdote anglicano "en parte como mano de obra en las grandes obras de construccion no puede ser negada" en la República Dominicana.

Los grandes edificios, mansiones, puentes, avenidas, centro turí­sticos están ahí­. En éstas edificaciones los trabajadores haitianos son mayorí­a, con su mano de obra y un salario de miserí­a, los migrantes trabajadores haitianos lo han dejado todo, hasta la vida misma. [jls apr 08/12/04]