Santo Domingo, 27 mayo 04 [AlterPresse] ---La solidaridad entre dos pueblos fronterizos como Jimaní, al Suroeste de la República Dominicana (ciudad más cercana a la capital haitiana Puerto Príncipe) y Fonds Verrettes, no tardó mucho tiempo en hacerse realidad.
Pese a las dos ciudades estar prácticamente aisladas una de otra a consecuencia del desbordamiento del río Soliette, que nace en Haití pero que es conocido entre los pobladores de Jimaní como río Blanco, las primeras personas que llegaron a ofrecer auxilio a sus hermanos de Jimaní justamente fueron los habitantes de Fonds Verrettes. Aunque algunos incrédulos no lo crean testimonios recogidos por dominicanos y haitianos en el lugar de los hechos así lo confirman.
Y es que no era de esperar que ocurriese así. Tanto Jimaní como Fonds Verrettes viven del intercambio comercial. Ambas ciudades se necesitan entre. Son dos alas de un mismo pájaro.
Cada uno o dos días y fundamentalmente los días de mercado, decenas de campesinos haitianos llegan a la ciudad dominicana a vender sus rubros que cosechan en las montañas y campos haitianos próximo a la provincia Independencia.
Pero además, son muchos los pequeños y medianos comerciantes residentes de Fonds Verrettes y Font Parisien, otra ciudad haitiana cuyos residentes viajan constantemente a Jimaní, para intercambiar o vender todo tipo de artículos, desde ropas, zapatos, ron haitiano, aceite y otros. Pero también los haitianos compran arroz, pollo, cardos de pollo, papas, cebollas, ajo y otros artículos que se consumen en Haití.
"Tu vecino es tu principal familiar"
Un informe oficial del Consulado General en Santo Domingo hecho llegar al gobierno haitiano se destaca la solidaridad de los pobladores haitianos de Font Parisien y Fond Verettes fueron los primeros en llegar a Jimaní para ayudar a esa población sepultada virtualmente de agua, lodo, tronco de árboles y de decenas de haitianos y dominicanos ahogados.
Llegaron a la zona de desastre a lo mejor si darse cuenta que muchos de los muertos de Jimaní eran residentes de Fond Verettes y otros pequeños pueblos haitianos que frecuentemente hacen estadía en la población dominicana. Pero la solidaridad no tiene nombre, color o raza. Siempre está ahí. Donde se necesita no importa la hora ni el momento que se necesite.
Los camineros de Font Parisien
Los transportistas de esta ciudad haitiana que a diario viajan a Jimaní, tampoco tardaron en llegar en auxilio de sus hermanos y de los dominicanos que se encontraban en situación de emergencia.
Llegaron al barrio de la Cuarenta, la zona más desbastada por la riada provocada por el desbordamiento del rio Soliette.
Delsi Vólquez, es uno de esos camioneros, que estuvo en el lugar ayudando sus hermanos de nación y de la isla.
"El río bajaba por aquí (avenida Duarte de Jimaní) llevándose todo, casas, carros, gente, troncos, piedras, animales y de todo, cuando los haitianos llegaron" dijo Vólquez, un fornido joven que llevaba dos días sin dormir prestando ayuda a familiares y compueblanos.
Relató que otros camioneros haitianos se devolvieron a su país a buscar ayuda y junto al mayor de la Policía Nacional, Mario Frías López, estuvieron rescatando víctimas y personas heridas hasta bien entrado el día.
"Además, trajeron agua, comida, ropa y cuantas cosas se necesitaban en ese momento" dijo Vólquez, quien manifestó que la solidaridad de los que están obligados a vivir en la frontera, se hizo evidente ese día.
Aunque los muertos lleguen a 300 o 500 dominicanos y haitianos, el valor y la entrega de ambas poblaciones para enfrentar entre si sus problemas, buscar fortalecer sus relaciones de vecindad y vivir en hermandad, fue lo que provocó que la primera ayuda que llegara a Jimaní fuera de la poblaciones más cercana: Fonds Verrettes y Font Parisien. Y como reza el refrán: "tu vecino es tu principal familiar". [jls apr 27/05/2004 12:30]