Fuente : ALAI
ALAI-AMLATINA 20/02/2004.- Mientras avanza la ofensiva de
los rebeldes armados que pretenden derrocar al presidente
Jean Bertrand Aristide, Estados Unidos anunció el envào de
"un puñado de efectivos" a Haití, cuya función será
"proteger los intereses estadounidenses".
El contingente militar perteneciente al Comando Sur partirá
de la Florida y llegará en las próximas 48 horas a Haití
para "evaluar la seguridad del paàs", según el Departamento
de Estado que descartó que se trate de una intervención
militar.
Estados Unidos, hasta el 17 de febrero habàa mostrado
cierta reticencia al envào de una fuerza internacional a
Haití inclinándose más bien por presionar a los actores
polàticos a que encuentren una solución a la crisis, pero
dos dàas después cambio de opinión, tras evaluar la
situación del paàs. Para adoptar su decisión, el gobierno
estadounidense invocó la crisis humanitaria que vive el
paàs, pero a la vez admitió la posibilidad de un relevo del
presidente Bertrand Aristide siempre que se realice dentro
de la ley. "No podemos permitir que criminales bajados de
las colinas, o incluso la oposición, vengan y le pidan
dejar el poder de una manera no democrática o
inconstitucional", dijo el secretario de Estado Colin
Powell.
Con la advertencia de Estados Unidos, el gobierno de
Aristide, que se declaró "dispuesto a morir" en defensa del
paàs, pierde piso y seguramente tendrá que revisar su
determinación de acabar su mandato quincenal el 7 de
febrero de 2006.
Cabe indicar que el influyente periódico The Washington
Post habàa criticado al presidente George W. Bush por
"escapar a sus responsabilidades y dejar a otros la tarea
de socorrer a Haití cuando este paàs tiene estrechos lazos
con Estados Unidos".
La decisión estadounidense se produjo cuando varios
gobiernos y organismos internacionales, luego de mantener
una posición dubitativa, estudiaban algunas salidas a la
crisis. Francia, Canadá y la Comunidad de Naciones del
Caribe, asà como la Organización de Estados Americanos
(OEA) presionan a Aristide para que realice reformas y se
siente a dialogar con la oposición.
La situación interna
La ya confusa situación polàtica haitiana se ha visto
seriamente agravada con la aparición en escena de Louis
Jodel Camberlain y Jean Pierre Baptiste, antiguos jefes del
Frente Revolucionario por el Progreso de Haití (FRAPH, por
sus siglas en francés) -un poderoso grupo paramilitar
durante el golpe de Estado de 1991-, quienes con sus tropas
armadas se unieron al Frente de Resistencia Anti-Aristide
de Gonaïves.
Este último Frente, que está integrado por el llamado
"ejército canàbal" -un grupo de choque que fue creado y
armado por el gobierno de Aristide con el cual mantuvo una
cercanàa hasta septiembre 2003, cuando su jefe, Amiot
Métayer, fue asesinado-, ha logrado ocupar regiones
estratégicas como son Gonaïves y Hinche, en la meseta
central.
Haití ha llegado a esta situación, en circunstancias en que
un amplio sector de la población asiste, impotente, ante la
degradación de los acontecimientos, "debido a una opción
deliberada del régimen Lavalas que abre las puertas de par
en par a representantes de un orden que creàamos superado",
sostiene la Coordinación Nacional para el Avance de los
Derechos de las Mujeres (CONAP, por sus siglas en francés).
Precisando que la polàtica de Lavalas, "tras su regreso al
poder en 1991, ha hecho todo para sacar del juego a las
masas populares, tanto del punto de vista polàtico,
juràdico como cultural para decapitar a los movimientos
sociales. Y he ahà los terribles resultados de la guerra
sin piedad que libra, desde 2001, el régimen Lavalas contra
la población. Los verdugos de ayer pueden posar como
’salvadores’, preocupados por el respeto de los derechos y
libertades fundamentales".
El movimiento de rechazo al régimen de Lavalas, ha venido
cobrando fuerza tras los cuestionamientos a las elecciones
de 2000. En 2003 alcanza una presencia nacional amplia y
la participación de las diversas capas sociales, con la
confluencia de los partidos polàticos de oposición,
diferentes organizaciones ciudadanas, el movimiento
estudiantil, sindical, de mujeres, campesino, etc. Este
movimiento, acusando al gobierno de tirano, acordó
declararle fuera de la Ley, y ha buscado la destitución de
Aristide por diferentes medios pacàficos.
El gobierno ha buscado sacar ventaja de los acontecimientos
en Gonaïves, para presentar a la oposición como si se
tratara de una sola, amalgamando la oposición armada y la
oposición pacàfica, para restarle legitimidad a esta
última.